Marruecos, seducción a primera vista

Un espacio que parece haberse congelado en el tiempo y al mismo tiempo codearse con las particularidades de la vida moderna, una capital como Rabat que se rinde ante la imponencia del desierto del Sahara y prevalece fiel a su fe y a sus costumbres, que con orgullo seducen y cautivan tanto que cualquiera que se adentra en sus caminos sucumbe ante el encanto de una ciudad que representa en su totalidad la palabra cosmopolita.

Recorrer medinas y luego dormir en pleno desierto del Sahara bajo una jaima, beber té de menta y sentarse en un zoco iluminado por el sol mientras desfila una pasarela de perfumes que aromatizan las calles, colores y joyas adornando cada espacio y cada ser que habita esas tierras exóticas y deslumbrantes, tradición y modernidad, todo eso y más posee Marruecos.

Ecléctico, irrepetible y apasionante, vibrante y encantador. Destino entre los destinos, con un nivel de excelencia que atrapa e incita al viajero a regresar siempre una vez más, y por esas otras veces que querrá volver, Amparo Servicios Turísticos presenta cuatro hoteles distintos, dignos de explorarse hasta lo más recóndito, de visitarse con la única finalidad de experimentar el placer de encontrarse de cara a esta ciudad y mirarla a los ojos, como pocos.

Amanjena Morocco

Un oasis de calma a las afueras de la ciudad de Marruecos, tranquilidad adornada con palmeras y olivos que bañan sus terrenos y otorgan un estado de fascinación que se enmarca con el paisaje de sus alrededores, sus 32 pabellones y 7 Maisons son una alegoría contemporánea de la cultura y tradición marroquí.

Pabellones que llevan el sueño a otros niveles. Disponer del Pavilion Piscine es disponer de un verdadero reino, se vale perderse en sus cúpulas en forma de arco, refugiarse bajo sus techos abovedados y descansar sobre sus alfombras dispuestas sobre pisos de baldosas, mientras llega la calma paulatinamente al compás del sonido del agua en las fuentes y las velas que iluminan en un ambiente marroquí. Para luego darse un descanso del descanso y sumergirse en sus aguas climatizadas dentro de su alberca privada.

Por si no fuera suficiente, el lujo extiende sus brazos y llama a ir todavía más allá, justo donde se encuentra Al Hamra Maison, que ofrece 1,130 metros cuadrados de espacio de vida y la posibilidad de poseer un mundo todavía más grande, mayordomo y alberca privada climatizada además de pabellón principal. Sobre los pisos de baldosa alfombras bereber y espejos Zellij alza, uno precediendo al otro, narcicismo en su máxima expresión.

Si sentirse consentido no basta… El Amanjena spa, alberga dos baños turcos que se complementan con regaderas y unas tinas de hidromasaje acristalada que llevan a un patio de relajación en donde se vislumbra a lo lejos una fuente burbujeante. Tomar un baño en el spa, más allá de la opulencia es un descanso de excelencia que el mismo paraíso envidiaría. Estamos seguros que los ángeles bajan a tomar nota.

Exuberancia resumida en 16 hectáreas que cobran forma en una suerte de jardín opulente, espacios abiertos con el sol a plenitud iluminando enormes patios y albercas que provocan el deseo inmediato de sumergirse en sus adentros.

Íntimos edificios en un complejo de cinco estrellas, únicamente 141 habitaciones de las cuales 27 son suites e incluyen balcón o terraza privada, además de una distinguida carta que va de los antojos a los caprichos, no podía faltar una selección extraordinaria de bebidas y amenidades que comprenden un gimnasio para los amantes del deporte hasta clases de yoga y un spa dispuesto a enamorar a los más exigentes.

Riad con dos dormitorios, lujo por partida doble. Dentro de 377 metros cuadrados se esconde una joya de auténtica estética marroquí, simplicidad traducida en elegancia que se erige en dos niveles con dos dormitorios, alrededor de un patio central con terrazas al aire libre o cubiertas según las exigencias del huésped, una piscina cristalina y áreas de confort que albergan espacios de tecnología donde conviven la modernidad y la comodidad de un espacio al que no le falta nada y que también posee un garaje privado.

Entre los muros del casco más antiguo de Marrakech, se manifiesta este complejo paradisiaco de patios silenciosos y elegantes riads, provisto de tres restaurantes de alta cocina francesa, marroquí e internacional en una atmósfera que encanta, romanticismo absoluto desde el desayuno hasta la hora de la cena.

Al centro un patio al cual obedece el complejo que se extiende a su alrededor con coloridos mosaicos y fuentes que conducen a una galería de arte y un pacífico enclave para tomar el té por la tarde. Un servicio fuera de serie, conectado por túneles subterráneos que se dirigen a riads individuales donde únicamente huéspedes y personal tienen acceso, esto con la intención de brindar una experiencia de completa privacidad y una inalterable tranquilidad difícil de olvidar.

Lo excelso tiene nombre: Grand Riad. Una construcción colosal, 1800 metros cuadrados de alojamiento, poseedora de 4 habitaciones, 1 comedor, 2 salones, 1 bar, 2 piscinas, 1 gimnasio, terraza privada, comedor al aire libre, ascensor, mesa de billar, oficina y sala de espera, a la orden de los deseos más exclusivos, el buen gusto se asoma con descaro y cautiva una vez que se ha cruzado el umbral. No hay forma de escaparse, ni es extraño saber que cualquiera moriría por vivirlo y volvería a nacer para habitarlo una y otra vez.

Apoyado en una vasta y majestuosa postal bajo de las montañas del Atlas, rodeado por colinas e incrustado en el oasis Palmeraie, Palais Namaskar se manifiesta en una alucinante panorámica cuya misión es restaurar energías y añadir un nuevo sentido a cada uno de los cinco ya existentes.

Modernidad y evocación, una mirada al pasado desde el futuro. Arquitectura árabe a lo largo y ancho de 41 habitaciones, suites, villas y palacios establecidos en la extensión de cursos de agua que fluyen por todo el complejo. Santuarios de paz cobijados por una vegetación exuberante, piscinas en generosos y privados espacios vestidos con jardines amurallados y patios que llaman a la tranquilidad con el nombre de exclusividad.

Tres Palacios en un mismo reino. La propiedad atesora en sus entrañas la excentricidad de 3 palacios:

Palacio de Agua

De gran sofisticación y decorado bajo la influencia asiática que anuncia un jardín amurallado y una piscina dispuesta para mitigar el sofocante calor desértico. Además de la compañía de un mayordomo las 24 horas.

Palacio de Montaña

Un interior que abarca 460 metros cuadrados de sofisticación, tres suites y el esplendor de un hermoso jardín que desprende un olor a jazmín, vestidores y baños con acabado contemporáneo y ventanas francesas en amplios espacios que permiten observar el paso de la luz y dejarse abrazar ligeramente por el calor que se filtra a través de ellas.

Piscina Palace

Un majestuoso conjunto de habitaciones, 210 metros cuadrados de espacio y jardines a unos pasos del restaurante Le Namaskar, con su propio comedor privado y sofisticación a la altura de la alta cocina de sus chefs.

Imponentes columnas y suelos de mármol se erigen en la suite principal, dos habitaciones adicionales conectadas y baños con luz natural. Cada habitación es dueña de su propia terraza y piscina, de ahí el nombre. Y en este por piscinas nadie se detiene, al frente del palacio existe una más y aún de mayor tamaño, ideal para compartir con la familia o un grupo de amigos.

¿Qué te parecieron estos cuatro hoteles?

¿Dignos de explorar para vivir el placer de esta seductora ciudad, no crees?