Conquista las tierras vikingas a través de sus magníficos barcos, glaciares, fiordos, montañas y auroras boreales: la combinación perfecta para un viaje de aventura.
Comienza tu viaje por Estocolmo, Suecia, donde podrás descubrir la ciudad antigua mejor conocida como Gamla Stan, la cual te remontará a la época medieval.
Recorre el Ayuntamiento de Estocolmo, donde cada año se lleva a cabo la cena de gala de la entrega de los premios Nobel y explora el Museo Vasa, un lugar extraordinario con tesoros vikingos.
¡Próxima parada! Copenhague, Dinamarca. Los Jardines Tívoli son una visita obligada. Se trata del segundo parque de atracciones más antiguo del país y los cuales cuentan con montañas rusas, diferentes trenes y un sinfín de conciertos, la combinación perfecta para pasar un tiempo inolvidable. Asimismo, te recomendamos conocer el Castillo de Kronborg, en Elsinor, uno de los cuatro monumentos daneses declarado Patrimonio de la Humanidad.
De Copenhague puedes trasladarte en crucero a Oslo, Noruega. El fiordo de Oslo es una maravilla de la naturaleza. Ahí puedes practicar kayak, submarinismo, pesca y vela, pero cuidado, los fiordos son recomendables en verano. Si tu estación favorita es el invierno, no te preocupes, pues este país te ofrece las auroras boreales. Puedes cruzar el Círculo Polar Ártico para admirar este espectáculo de la naturaleza. Consulta con tu agencia de viaje porque seguro tiene un abanico de opciones para trasladarte a este lugar.
Cierra con broche de oro. Para que no olvides las tierras vikingas, visita el Museo de los Barcos Vikingos, que expone las naves rescatadas de las aguas puras del fiordo de Oslo.
No olvides ropa abrigadora, una buena cámara fotográfica y una bolsa grande porque seguro querrás comprar todos los recuerdos y artesanías a tu paso. Nota: en Noruega está prohibido fumar en casi todos los lugares públicos.
¡Buen viaje!
Su camino seguirá hacia Nara y Kioto, en Kioto tendrán un día libre para el que sugerimos, como actividad opcional, visitar la histórica ciudad de Hiroshima.
Shirakawago lo sorprenderá con sus zonas rurales, son únicas en el mundo, y Takayama lo transportará al Japón más tradicional. Visitarán la calle de Kami-Sannomachi, así como Yatai Kaikan con sus carruajes típicos.
La siguiente parada les llevará a vivir una parte importante de la historia de Japón. En Tsumago conocerán las antiguas posadas de los samurais.
Después de Tsumago se dirigirán a Hakone, donde pasearán en bote en el Lago Ashi y ascenderán en un teleférico para apreciar los impresionantes paisajes japoneses.
El viaje termina en la capital japonesa, pero antes de llegar a ella harán una parada en el Valle Owakudani para admirar el Monte Fuji.
Una vez en Tokio, podrán disfrutar de la modernidad y la historia en un solo lugar. Las visitas en Tokio incluyen el santuario de Meiji, la Plaza del Palacio Imperial, el Templo budista de Asakusa Kannon, la diosa de la Misericordia y el distrito del Área de Ginza.