Si se sufre de wanderlust, el remedio es Jordania

  Hay que tener cuidado cuando se viaja, cada travesía representa un peligro inminente de sufrir wanderlust. ¿Los síntomas?, un impulso insaciable por viajar y explorar el mundo. El único remedio para curarlo es emprender una nueva travesía y no hay mejor lugar que un destino alejado de todo lo convencional y con mucha historia: Jordania. Jordania e Israel son dos de los tres destinos en el mundo que tiene el Mar Muerto más vivo, una ciudad rosa labrada entre rocas llamada Petra, y un valle de la luna en un desierto con más semejanza a la superficie marciana que a la de la misma luna. Los expertos de Amparo Servicios Turísticos conocen muy bien este país y nos muestran tres atractivos de esta región que ayudará a acabar con el Wanderlust… al menos, momentáneamente.  

1. Recorrer el Wadi Rum a bordo de un 4x4

Uno de los escenarios más impactantes de este país es el desierto de Wadi Rum o Valle de la Luna, ese donde T.E. Lawrence, mejor conocido como Lawrence de Arabia, a quién seguro ubicas pero por si la memoria te falla era un oficial del ejército británico que lo usó como base de operaciones durante la Rebelión árabe de 1917-1918 y la Primera Guerra Mundial, conociendo las costumbres del pueblo Beduino que ahí habita. Sí, la película de Lawrence de Arabia también se filmó aquí:   Hoy, años más tarde, los campamentos de este pueblo son evidentes, emergiendo a lo largo del desierto, y reciben a los visitantes con los brazos abiertos. Por las características en su superficie, este desierto ha sido el lugar predilecto de muchos cineastas para filmar escenas que emulen el paisaje en Marte, esto se puede corroborar recorriéndolo a bordo de un 4x4. Los atardeceres en el Valle de la Luna son indescriptibles, sumergiendo a los viajeros en una experiencia fuera de este mundo con tonalidades en naranja y rojo. Luego de observar este espectáculo natural, como en todo desierto, la temperatura desciende y es tiempo de refugiarse en el campamento donde se puede disfrutar de una cena repleta de platillos tradicionales, que sin duda calmarán los paladares aventureros de los viajeros infectados de wanderlust.

Aquí, la noche se vuelve mágica y devela la grandeza de la bóveda celeste.

2. Petra, la imperdible   Cualquier viajero que llega a la ciudad rosa quedará curado del wanderlust, pues nada que haya leído antes se compara con la sensación de estar frente a frente con esta ciudad labrada en las montañas con un característico rosa pálido. Petra, es conocida como la octava maravilla del mundo antiguo y para llegar a ella hay que caminar por un estrecho cañón, llamado Siq, rodeado de acantilados que se elevan hasta los 80 metros de altura, una experiencia escalofriante, pero alucinante. Los colores y formaciones rocosas hipnotizan a los viajeros con cada trazo que el paso del tiempo y la mezcla de minerales han realizado. Observar las paredes de las montañas que rodean a Petra es como observar las líneas de la superficie terrestre desde el cielo. Luego de caminar por un kilómetro a través del Siq, la recompensa estará ante sus ojos. Se olvidarán los síntomas del wanderlust al tener de frente a la imponente fachada Al-Khazneh de Petra, construida en el siglo I como la tumba de un importante rey nabateo. Esta maravilla labrada en la cara rocosa de la montaña en rosa pálido eclipsa todo a su alrededor.

Al-Khazneh, significa el Tesoro y es esto mismo lo que encontrarán al llegar.

Sí, también Indiana Jones pasó por aquí: Por si esto fuera poco, algunas noches del mes la ciudad rosa se ilumina por las noches y es visitada por decenas de viajeros que disfrutan cómo la fachada del Tesoro se ilumina con la luz de miles de velas colocadas en el suelo. ¡Una experiencia inolvidable!   3. El poder curativo del Mar Muerto Desde tiempos inmemoriales este mar ha sido reconocido por sus propiedades cosméticas. Se dice que incluso Cleopatra y el Rey Herodes, eran clientes asiduos de este SPA natural. Y es que sus aguas son cálidas y contienen sales clorhídricas como: magnesio, sodio, potasio y bromo entre otros minerales benéficos para el cuidado de la piel y dolores musculares o reumáticos.

Siguiendo con los escenarios fuera de este mundo las sales del Mar Muerto cubren las rocas cristalizando toda su superficie.

Tal parece que el Mar Muerto, que en realidad es un lago, ha sacrificado el poseer un hábitat lleno de vida animal en sus aguas por dar esa vida a sus visitantes, quienes flotan –sin mayor esfuerzo- relajadamente con la promesa de la juventud eterna. Sin embargo, este tratamiento de SPA natural dura tan solo unos minutos pues es contraproducente estar mucho tiempo dentro del agua y solo puede hacerse dos veces al día. Pasos para disfrutar de un excelente tratamiento en el Mar Muerto

1. Permanecer en el agua solo por 10 minutos
2. Después de nadar hay que aplicar lodo (que se encuentra a la orilla) en todo el cuerpo.
3. Esperar de 15 a 20 minutos a que el lodo se seque.
4. Regresar al Mar Muerto para limpiarse.
5. Tomar un baño al salir para retirar las sales que queden en la piel.

Pero el Mar Muerto también ha servido para hacer proyectos artísticos, recientemente Sigalit Landau, artista israelí, decidió sumergir un vestido del siglo XIX en estas aguas durante dos meses y documentarlo fotográficamente. ¿Cuál fue el resultado? ¿Quieres curarte del wanderlust? Aunque no aseguramos el remedio total, puesto que después de conocer estos increíbles lugares jordanos querrás comerte al mundo, Amparo Servicios Turísticos tiene las mejores experiencias en este país con escenarios fuera de este mundo.