Sólo 14 kilómetros de mar separan a España del Reino de Marruecos, ahí donde comienza nuestro viaje. Marrakech, “tierra de Dios”, y otras ciudades imperiales guardan una de las joyas del Patrimonio Cultural de la Humanidad. Rabat, la ciudad capital, cuenta con el Palacio Real Mechouar, el Jardín y la Kasbah de los Oudayas, el Mausoleo de Mohamed y la Torre de la Mezquita de Hassan para conocer. Asimismo, Casablanca ofrece el Mercado Central, el distrito de Habús, el Palacio Real, la Plaza de Mohamed V, la zona residencial de Anfa y el exterior de la Mezquita de Hassan II. La presencia de arquitectura y arte islámico es un deleite para la pupila.

En las aguas del Nilo se forjó una civilización que perdura hasta nuestros días. Griegos, persas, romanos, bizantinos, árabes, otomanos y británicos dominaron las doradas tierras bañadas por el segundo río más largo del mundo. A la izquierda del río, se impone la única maravilla del mundo antiguo que sobrevive hasta nuestro días: las pirámides de Giza.

Río arriba, la ciudad de Lúxor, sede del Templo de Karnak, te espera para iniciar un recorrido en barco a lo largo del río Nilo, en el cual podrás visitar la necrópolis de Tebas con el Valle de los Reyes y de las Reinas, el Templo de Hatshepsut, la única faraona egipcia, y los Colosos de Memnon. Durante el recorrido en el río, habrá escalas en otras ciudades como Qena, Edfu, Kom Ombo y Aswan, donde se encuentran ruinas faraónicas dedicadas a las antiguas deidades egipcias. Las panorámicas que ofrece el viaje son imperdibles.

Para finalizar, visitrá nada más y nada menos que la antigua capital cultural del mundo clásico, Alejandría. Construida en el año de 331 antes de Cristo, por órdenes del conquistador helénico Alejandro Magno, aquí se ubican la Biblioteca (la más grande del mundo), la Ciudadela de Kaitbay, las Catacumbas, la Columna de Pompeyo y los jardines del Palacio de Montazah.