Japón guarda muchas maravillas por conocer. Los visitantes occidentales suelen hospedarse en los ryoka, lugares de estancia que sirven para conectar al huésped con el mundo asiático y su estilo de vida tradicional oriental y así poder experimentar cómo se vivía la vida cotidiana japonesa en el pasado. Para vivir al máximo la experiencia japonesa, todo turista debe de visitar los onsen, baños termales que aprovechan la actividad volcánica de la región.

Entre los sitios que contienen atractivos turísticos se destaca Osaka, tercera ciudad más importante de Japón y antigua capital. Ahí, se puede visitar el Castillo de Osaka, que data del año 1583 y el mercado de Kuromon. Nara, cercana a Osaka, concentra un gran número de templos bien conservados, uno de ellos el Templo de Todaiji. Éste, de corte budista, es la construcción de madera más grande del mundo. También en Nara se ubica el Templo Kinkakuji; que junto a Todaiji y a otros monumentos históricos de la ciudad forman parte del Patrimonio Cultural de la Humanidad. Otro atractivo de Nara es el ciervo sika que puede ser observado en las áreas verdes de la ciudad.

Kioto y el barrio Gion son referentes mundiales por la centenaria tradición de las geishas. Kioto fue capital imperial de Japón del siglo VIII al XIX, y es la única ciudad japonesa que no fue bombardeada durante la Segunda Guerra Mundial, por lo que su importancia histórica es mayúscula por su rico patrimonio artístico y arquitectónico entre los que se destacan el Templo Kiyomizu y el Palacio Imperial. En contraste, pero con fuerte carga histórica, es indispensable visitar Hiroshima y conocer el Parque Memorial de la Paz, la capilla Itsukushima y la Isla Miyajima.

Para disfrutar la vista del Monte Fuji hay que trasladarse a Hakone, que desde el Lago Ashi ofrece panorámicas increíbles. Por último, la ciudad más grande del mundo: Tokio, la sede de los próximos Juegos Olímpicos en 2020 tiene mucho que ofrecer al visitante, desde el Japón tradicional con el santuario de Meiji, la Plaza del Palacio Imperial y el templo budista de Asakusa Kannon, hasta la modernidad del barrio Ginza, importante por la ubicación de grandes avenidas y almacenes, boutiques y restaurantes. Los viajes entre ciudades tienen una peculiaridad: son hechos en tren bala. No querrás perderte el maravilloso anacronismo entre la época feudal y el auge tecnológico del siglo XXI que sólo Japón puede ofrecer.