Perú, la tierra inca, posee destinos de increíble belleza y mágnifica cultura. Cuando se hable de Perú se debe de comenzar introduciendo la diversidad gastronómica que tiene, ya que la cocina peruana rivaliza nada menos que con la cocina francesa, mexicana y japonesa como la mejor del mundo. Esa pluralidad y belleza se ve plasmada en la monumental arquitectura colonial que es recuerdo de la impresionante riqueza que se contiene en este territorio, que en esos tiempos rivalizó con la Nueva España como la posesión hispana más valiosa.
Fundada en 1535 al borde del Océano Pacífico con el nombre Ciudad de los Reyes, Lima adquirió su nombre con el tiempo por su ubicación, ya que se asienta en un lugar que se nombró por los indígenas quechuas como Limaq. Siguiendo la estructura urbana española, en el centro histórico de Lima se encuentra la Plaza Mayor flanqueada por la histórica Catedral, la Iglesia de San Francisco y el Palacio Presidencial. Ya en la Lima moderna se destacan los barrios residenciales de Miraflores y San Isidro.
El histórico Cusco se localiza al interior del país, antigua capital del Imperio Inca. También conocida como “la Roma americana” por el elevado número de monumentos, plazas, iglesias y palacios que contiene, fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1983 ya que combina a la perfección elementos incas con los barrocos y neoclásicos traídos por los españoles. A 132 kilómetros se ubica otra maravilla, incluida como una de las nuevas siete maravillas del mundo por ser una obra maestra de la arquitectura y la ingeniería: Machu Picchu. Antiguo palacio de descanso y santuario religioso inca y el cual está ubicado en la cima de la montaña homónima a una altura de 2490 metros sobre nivel del mar.
Después del traspasar Los Andes peruanos, se atestigua el nacimiento del río Amazonas, el río más largo y caudaloso del mundo. En el puerto de Iquitos se embarca en una travesía que le lleva a ser testigos de la sublime belleza natural que se presume aún casi intacta. Ahí se puede observar una gran variedad de vida salvaje: golondrinas, aves canoras tropicales, mirlos, halcones de cuello negro y perezosos, así como feroces pirañas en el agua y otras clases de peces endémicos. De noche puede apreciarse un bonito fenómeno óptico denominado “La Selva de los Espejos”, cuando los enormes árboles son reflejados sobre el oscuro río. De especial aprecio, está el Centro de Rescate de Fauna Amazónica, una especie de orfanato para animales donde reciben manatíes y delfines amazónicos y les brindan una atención especializada para salvarlos y a futuro reinsertarlos en su hábitat natural.
Al sureste, con imponente presencia de los macizos andinos, se ubica la nación boliviana. Conocida por los españoles como Alto Perú, recibe su nombre actual de la derivación de Simón Bolívar. Su capital La Paz es una de las ciudades más altas del mundo al ubicarse a más de 3600 metros sobre nivel del mar, casi un kilómetro y medio más que la Ciudad de México. En la ciudad paceña se mezclan barrios indígenas, coloniales y contemporáneos; mercados indígenas, el mercado de los Brujos y paisajes extraordinarios, enmarcados en la majestuosidad del nevado Illimani.
La naturaleza boliviana es rica: sus lagos, salares, volcanes, picos nevados, llanuras, aguas termales, ríos ricos en algas y plancton, fuentes geo-termales, flora y su topografía en general, le confieren a la región un encanto y belleza inigualable. Símbolo de esta maravilla es la Laguna Verde, un espejo de agua que se asemeja, por su color, a una gigantesca esmeralda y desde ahí se puede ver en su máximo esplendor el volcán Licancabur. Otro ejemplo, es la Laguna Colorada, la cual se caracteriza por la coloración rojiza de sus aguas. Está poblada de bandadas de flamencos tokoko, de plumaje rojizo; chururu, de plumaje tendiente al blanco y jututu, de plumaje rosado. En el altiplano boliviano se ubica el Salar de Uyuni, el salar más grande de la Tierra con una superficie de 12,000 Km2. Los surrealistas pentágonos de sal cristalina, el cielo puro, el color de las lagunas, los cactus de 12 metros y los flamencos dan un paisaje que no se repite en ningún otro lugar del mundo. Además, el lago Titicaca se cataloga como el cuerpo de agua navegable más alto del mundo.
La cima del paraíso, Perú y Bolivia
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